Karl Popper

Popper ataca de inmediato el problema entre verificabilidad y falsación como medida para calificar el conocimiento. Un sistema de pensamiento será entonces valido cuando pueda confrontar la observación con la propuesta positiva, por lo tanto para Popper todas las teorías que puedan ser confrontadas con la verificabilidad de la observación serán metafísicas; por ejemplo el determinismo, idealismo, materialismo, etc. Para Popper el conocimiento científico solo puede acrecentarse si cumple con las siguientes premisas:

     

  1. Representa el final que todo proceso de conocimiento puede desarrollar.

     

  2. Ofrecer las propuestas más claras y precisas.

     

  3. El conocimiento representa la razón de la existencia misma del ser humano, puesto que en él están contenidos todos los procesos y cambios que ha desarrollado a lo largo de su historia.

Debido al proceso evolutivo mencionado, el conocimiento debe ser revisado constantemente para verificar su actualidad o en su caso, sustentar y pronunciar el nuevo desarrollo. Si dejara de ser criticado perdería su carácter de científico. Esta crítica se justifica por varias razones:

     

  1. Las razones del conocimiento pueden variar.

     

  2. La mayoría de las teorías que dan origen al conocimiento se sustentan en fuentes que bien pueden haber sido influenciadas y por consecuencia, su conclusión puede ser interpretada de otra forma con la aparición de otras fuentes.

     

  3. Todo conocimiento puede ser perfeccionado.

Popper suplanta el concepto de justificación por el de crítica, ya que es ésta la que provoca el análisis y el intercambio de conceptos y propuestas para dar al conocimiento mayor fuerza de valor universal en una aplicación lógica y matemática. Sin embargo, cuando una teoría ha resistido las aplicaciones de la refutación, no por fuerza es verdadera según Popper, sino que ha sido bien corroborada. Popper sustenta el valor del conocimiento en la lógica y la matemática debido a que toda teoría cuenta con algún contenido empírico y este puede ser contrastado y comparado.

Por lo anterior tenemos que la teoría de Popper es netamente racionalista, ya que el conocimiento lo sustenta en la comprensión de su desarrollo y en el entendimiento de su aplicación. Es decir, la razón del ser humano es lo que provoca el entendimiento y la existencia del conocimiento. Esto se debe a que para Popper, solo existe una forma de solucionar un problema de corroborar la información y es a través del ensayo y el error. Para Popper existe una sola forma de crear conocimiento, que es precisamente haciendo una critica del conocimiento a través del ensayo y el error eliminando por supuesto el segundo, por lo tanto la racionalidad que provoca esta práctica equivale a formular claramente los objetivos y explorar los medios más adecuados par realizarlo.

Popper critica a la filosofía tradicional por no completar sus objetivos buscando más justificar sus teorías que concretar la investigación. No obstante definir a los hombres y las instituciones como falibles califica de la misma forma a las fuentes de información. Si bien es cierto, durante el análisis de su teoría hemos encontrado que sustenta el conocimiento en la verificabilidad de los resultados por medio de la experiencia, objeta de acuerdo a su teoría el resultado puesto que las fuentes de información pueden ser superadas y por lo tanto factibles de modificación, no así la experiencia que demuestra razonablemente y racionalmente el conocimiento. El hecho de descalificar al ser humano lo sustenta en las pasiones que dominan el pensamiento y los actos provocando así una deformación del placer que identifica como dolor, aún cuando ambos tienen una naturaleza distinta y no son complementarios.

Derivado de esta deformación de los principios llegamos a la práctica de que si no podemos complacer, debemos provocar el menor daño posible. Estas propuestas negativas representan la capacidad de sufrir y hacer sufrir al ser humano y son la respuesta a la incapacidad de conciliación de objetivos claros que pueden suponer la aprobación general. Entonces la finalidad del Estado pasa de garantizar el bienestar general a proporcionar los recursos necesarios para que esa carencia sea lo menos crítica. Al igual que los filósofos socráticos, Popper se opone a la creación de una sociedad igualitaria y de orden social estable, anunciando varias razones para ello, como son:

     

  1. La justicia y la igualdad son supuestos teóricos sobre los cuales no se puede formar una opinión positiva puesto que no conocemos como lograr materializarlos.

     

  2. Estas propuestas son muy generales por lo que no pueden ser formuladas con claridad.

     

  3. Los fines propuestos son incoherentes con la realidad social y por lo tanto sus consecuencias no son predecibles, por lo que se debe tomar medidas de prevención sobre los resultados mismos.

     

  4. Los que proponen la teoría de la igualdad y la justicia, entran en desacuerdo cuando surgen las primeras disyuntivas durante y después del proceso.

     

  5. El supuesto de que la política y las instituciones forman un todo integrado distorsiona la realidad, puesto que no representan la estructura social total ya que las instituciones sociales y políticas son autónomas y distintas.

     

  6. La solución de todo mal representa la creación de males menores, por lo que la propuesta anterior de que el Estado ha cambiado su objetivo de bienestar por el del menor mal tiene validez.

Pese a todo el análisis anterior, nuestro conocimiento nunca estará libre de errores aún cuando los objetivos del Estado estén plenamente identificados con la protección hacia la sociedad. Por sociedad entendamos a un grupo de personas que rigen sus actos por costumbres y normas aceptadas por todos, así como aceptan las sanciones respectivas a las faltas. Pero esta definición tiene dos tipos de percepción:

     

  1. Sociedad cerrada, que no cuestiona las normas y sus sanciones.

     

  2. Sociedad abierta, que sobrepone la libertad y la razón ante cualquier intento de dominación física o intelectual. Es en esta sociedad en donde se presenta el diálogo como forma de conciliación y el derecho a hablar y ser escuchado está garantizado (esta es la utopía que Popper descalifica.)

De acuerdo a las definiciones anteriores, Popper identifica dos tipos de sociedad:

     

  1. Democrática.

    Su principal característica es que los gobernantes pueden ser derrocados sin violencia. Otra utopía no por el hecho de la no-violencia, sino por la idea de considerar la posibilidad de derrocar al gobernante siendo que el Estado busca todos los medios para proteger a sus elementos. La democracia la define como el método para dirigir los asuntos de una comunidad de forma que los gobernados puedan criticar a sus gobernantes. Supone la regla de la mayoría prevalece sobre los acuerdos y los desacuerdos, lo que nos da la obligación de obedecer la norma y también la posibilidad de no obedecerla. En sí la democracia representa la vía del libre mercado modificando la vida de la sociedad y atendiendo a los intereses económicos dominantes.

     

  2. Dictatorial o tiránica.

En cuanto a la sociedad tiránica y de acuerdo a la teoría que nos ocupa, solo diremos que el orden establecido depende de la decisión de uno contra la aceptación de muchos y este orden es impuesto por medio de la violencia. El control de los medios de producción es arbitrario y la libertad está coartada por medidas de seguridad que atentan contra la libertad del individuo.

Las ciencias sociales no han encontrado aún la fórmula que determina el comportamiento social y cuando lo logren, el cambio social se convertirá igualmente en un artículo de consumo y de uso exclusivo al grupo en el poder. Este cambio estará siempre determinado por los alcances del conocimiento prevaleciente, pero Popper duda de la funcionalidad del conocimiento social, no así del conocimiento científico. Para Popper el conocimiento es racional si puede discutirse y encontrarse dentro del mismo afirmaciones y negaciones, que es en realidad donde se encuentra la racionalidad. Esta cualidad del pensamiento nos da la libertad de cuestionar razonablemente el conocimiento, puesto que donde haya un ser humano habrá conocimiento y por lo tanto crítica en la experiencia.

La teoría de Popper nos ilustra como organizar políticamente una sociedad, más no como comprenderla. La sociedad tiene obligaciones y derechos, que conviven en una relación simbiótica inalterable puesto que unos dan razón a otros.